Estamos inmersos en una realidad de "cambio" ... nuestra sociedad actual tiene como una de sus señas de identidad el "cambio"... el avance de las tecnologias, la globalizacion de los mercados, la evolucion de los perfiles de las nuevas generaciones, ... todos son elementos que contribuyen a esta atmosfera de cambio permanente y los lideres deben estar preparados para los cambios de modelo de negocio que esta situacion demanda. Se necesita saber como idear nuevos caminos y estrategias y ponerlas en marcha sin caer en la ineficiencia o en los riesgos exagerados.
En este entorno hay una máxima que el lider necesita tener muy presente: concentrar su energia y esfuerzos en aquello que realmente puede cambiar, pero no en nada que esté fuera de su control. Lo que quiero decir es que probablemente haya circunstancias y acontecimientos que no es probable que cambien por mucho empeño que pongamos en ello y si dedicamos recursos y esfuerzos a este segundo tipo de cosas lo mas probable es que generemos frustracion, desgaste y mucha falta de confianza por parte de terceras personas.
No se puede hacer que una tortuga camine deprisa... pero a veces nos empeñamos en ello... Creemos que, como lideres, necesitamos tomar decisiones impetuosas y arriesgadas pero...¿estaremos luego dispuestos a admitir la realidad de una situacion que no podemos cambiar?...
Un autentico líder tiene la sabiduria para discenir que situaciones o acontecimientos están bajo su control (o mejor dicho, pueden ser gestionados) y cuales no. Hay una lista de situaciones que si pueden ser controladas, entre ellas:
Sin embargo hay otros eventos o circunstancias que no pueden ser controlados: lo que hará la competencia; las politicas de los Gobiernos o de la UE, las subidas o bajadas de los mercados, los cambios politicos, ... Asignar recursos a este tipo de elementos solo puede proporcionar desgaste y perdida de energias.
Un líder necesita transmitir confianza, entrega, energia, valentia.... Y es por ello que si tomamos decisiones arriesgadas que escapan a nuestro control tenemos tambien la responsabilidad de admitir el fracaso y , por supuesto, aprender de ellos... Lejos de que esta actitud vaya en detrimento de su liderazgo, en realidad, es percibida por sus colaboradores como una señal de honestidad que aumenta el respeto hacia el lider y da señales de su madurez. En cualquier caso, y si no nos sentimos cómodos con esta vulnerabilidad, la alternativa es simple:aprendamos a descartar proyectos condenados al fracaso.
Me gustaria terminar esta reflexion con una cita de Charles Handy (autor y filosofo irlandes, especializado en comportamiento organziacional y management)
El cambio es sólo otra palabra para decir crecimiento, otro sinónimo de aprendizaje.
Por esta razon, y como líderes de este nuevo siglo, lo mejor que podemos hacer es seguir la recomendacion de Anthony J. d`Angelo, y convertirnos en "estudiantes del cambio porque éste es lo único que permancerá constante"